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Transformando la atención del cáncer de vejiga: el poder de la medicina de precisión

2024-02-27

Cada año, aproximadamente 82 000 personas en los Estados Unidos son diagnosticadas con cáncer de vejiga, lo que genera importantes alteraciones en el estilo de vida. El control de los síntomas, los efectos secundarios del tratamiento y el seguimiento de la progresión de la enfermedad pueden tener un gran impacto en las rutinas diarias y la independencia.

 

A pesar de los importantes desafíos que enfrentan los pacientes, los avances en el tratamiento del cáncer de vejiga han sido relativamente lentos y a menudo no han logrado satisfacer las necesidades y expectativas cambiantes de los pacientes. Este retraso en el progreso puede hacer que los pacientes se sientan impotentes y sin optimismo mientras afrontan su enfermedad.

 

El impacto de las opciones de tratamiento temprano en la calidad de vida

 

La mayoría de los casos recién diagnosticados involucran cáncer de vejiga no músculo invasivo (NMIBC), un tipo de carcinoma urotelial que no ha penetrado la pared muscular de la vejiga. La inmunoterapia con bacilo de Calmette-Guérin (BCG) ha sido durante mucho tiempo el estándar de oro para el tratamiento del NMIBC, durante casi cinco décadas.

 

Sin embargo, la eficacia del tratamiento con BCG puede verse obstaculizada por su dureza, lo que genera problemas de tolerabilidad. Esto a menudo resulta en que los pacientes, especialmente aquellos con salud frágil, función renal deteriorada o condiciones médicas subyacentes, suspendan el tratamiento. Además, una parte significativa de los pacientes, alrededor del 30% al 40%, no responden al tratamiento con BCG y experimentan recurrencia o progresión de la enfermedad. La escasez mundial de BCG exacerba el problema, limitando el acceso al tratamiento para muchos pacientes.

 

Una de las principales opciones de tratamiento para el cáncer de vejiga es la cistectomía radical, un procedimiento quirúrgico que implica la extirpación de la vejiga. Esta importante cirugía abdominal a menudo requiere la creación de un sistema de desviación urinaria para controlar la orina. Algunos pacientes optan por una bolsa de derivación urinaria que se lleva discretamente debajo de la ropa y es necesario vaciarla y reemplazarla periódicamente. Otros pueden optar por la reconstrucción de la vejiga utilizando segmentos intestinales para formar una neovejiga, aunque esto puede generar desafíos como pérdidas de orina o la necesidad de autocateterismo. Independientemente del método elegido, los pacientes pueden experimentar interrupciones en su vida diaria, lo que afecta el trabajo, los viajes y otras actividades.

 

En esencia, es evidente que los pacientes que no responden bien al tratamiento con BCG necesitan mejores alternativas para preservar su vejiga y su calidad de vida. Merecen opciones de tratamiento accesibles que prioricen tanto su salud como su bienestar.

 

Mejora de los resultados en el cáncer de vejiga avanzado

 

Se necesitan urgentemente soluciones innovadoras para abordar las necesidades de los pacientes que padecen cáncer de vejiga con invasión muscular (MIBC, por sus siglas en inglés), que afecta a aproximadamente el 20 % de las personas, y cáncer de vejiga metastásico, que afecta aproximadamente al 5 % al 10 % de los pacientes. MIBC plantea importantes riesgos de mortalidad debido a su invasión de la pared muscular de la vejiga o de los tejidos circundantes. El tratamiento generalmente implica una cistectomía radical combinada con quimioterapia que contiene platino, pero este enfoque puede no ser viable para pacientes con afecciones médicas subyacentes. Por lo tanto, existe una necesidad crítica de opciones de tratamiento avanzadas para mejorar los resultados y la calidad de vida de estas poblaciones de pacientes.

 

A pesar del aumento de los inhibidores de puntos de control inmunológico en los últimos años, la validación de biomarcadores predictivos y pronósticos en ensayos clínicos se ha retrasado, lo que limita su adopción clínica generalizada.

 

Debido a la disponibilidad limitada de opciones de tratamiento efectivas, los pacientes que padecen cáncer de vejiga con invasión muscular (MIBC, por sus siglas en inglés) enfrentan malos resultados generales. Los pacientes con MIBC no metastásico tienen una tasa de supervivencia a 5 años del 50%, mientras que aquellos con cáncer de vejiga metastásico enfrentan una tasa de supervivencia relativa sombría de solo el 8%. Estas estadísticas difieren marcadamente de la tasa de supervivencia relativa a 5 años del 96 % observada en personas con cáncer de vejiga no músculo-invasivo (NMIBC).

 

Medicina de precisión pionera para la atención centrada en el paciente

 

En los últimos años, se han producido avances significativos en el tratamiento del cáncer de vejiga, impulsados ​​en gran medida por los avances en la medicina de precisión.

 

Se ha realizado una evaluación exhaustiva de más de 30 biomarcadores de orina, lo que proporciona información valiosa sobre las posibles respuestas al tratamiento de los pacientes. Este desarrollo ha allanado el camino para terapias dirigidas innovadoras diseñadas para abordar las necesidades de personas con cáncer de vejiga localmente avanzado o metastásico y mutaciones genéticas específicas.

 

Es notable el progreso en las estrategias de tratamiento personalizadas, especialmente dirigidas a variaciones genéticas vulnerables como el receptor del factor de crecimiento de fibroblastos (FGFR). Es fundamental subrayar la importancia de tomar decisiones de tratamiento con cuidado, con la orientación de profesionales sanitarios experimentados. Durante este proceso se deben tener en cuenta los factores individuales del paciente y las consideraciones de seguridad.

 

Los avances en la investigación de biomarcadores desempeñan un papel crucial a medida que la atención sanitaria avanza hacia la atención centrada en el paciente y la medicina de precisión. Los médicos incorporan cada vez más pruebas de biomarcadores en las evaluaciones de los pacientes para refinar las evaluaciones de pronóstico y adaptar los planes de atención con prontitud. Este enfoque proactivo simplifica la búsqueda de pacientes con los tratamientos más eficaces, minimizando la exposición a intervenciones menos beneficiosas y mejorando los resultados del tratamiento.

 

Sin embargo, las pruebas de alteración genética siguen teniendo un alcance algo limitado. Si bien las pruebas moleculares locales y la secuenciación central de próxima generación han mejorado la detección de mutaciones, su uso en el diagnóstico del cáncer de vejiga va por detrás de otros tipos de cáncer como el de mama o el de pulmón.

 

Es esencial crear conciencia entre los profesionales sanitarios, los sistemas sanitarios y las instituciones académicas sobre la importancia de las pruebas genéticas en el tratamiento integral del cáncer de vejiga.

 

Empoderar a los pacientes con cáncer de vejiga: marcar una diferencia significativa

 

Al aprovechar las capacidades de la medicina de precisión, que implica el análisis de las características genéticas y moleculares únicas de pacientes individuales con cáncer de vejiga, los proveedores de atención médica pueden desarrollar estrategias de tratamiento personalizadas que se dirijan a los mecanismos subyacentes que impulsan la enfermedad. Estos planes de atención personalizados no solo tienen el potencial de mejorar las tasas de supervivencia, sino también mejorar la calidad de vida de los pacientes al minimizar los efectos secundarios relacionados con el tratamiento y maximizar la eficacia terapéutica.

 

Además, la medicina de precisión permite un enfoque más proactivo y centrado en el paciente para el tratamiento del cáncer de vejiga, lo que otorga a las personas un mayor control sobre sus decisiones y resultados de atención médica. Este enfoque transformador no solo promete revolucionar la atención del cáncer de vejiga, sino que también significa un importante paso adelante en el panorama más amplio de la oncología personalizada, ofreciendo esperanza para un futuro más brillante y prometedor tanto para los pacientes como para sus familias.

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